“Hay niños que se pasan la noche jugando, se beben una bebida energética y entran a clase”

Distintos profesionales tratan en una mesa redonda las ‘Adicciones sin sustancias: Menores y Nuevas Tecnologías

El absentismo escolar puede ser físico o mental y es que «hay niños que se pasan la noche jugando a un videojuego hasta las 8:00, se beben una bebida energética y entran a clase». Este es uno de los riesgos de los retos publicados por youtubers u otros influencers. Así lo ha señalado José Antonio Casas, psicólogo, miembro del Laboratorio de Estudios de la Convivencia y Prevención de la Violencia y profesor del Departamento de Psicología de la Universidad de Córdoba.

Este jueves se ha celebrado la mesa redonda Adicciones sin sustancias: Menores y Nuevas Tecnologías en la que se han tratado los diferentes problemas con los que se pueden encontrar los menores en los distintos dispositivos. Jesús Alcántara, Policía Local, Agente Tutor y Oficial Coordinador de la Unidad de Centros Educativos ha señalado que en 2020 hubo un descenso en la criminalidad juvenil, aunque «por motivos obvios, hemos estado recogidos con menos horarios de exposición». Sin embargo, han sido más de 54.000 jóvenes los que han cometido algún delito.

Violencia doméstica

En 2020 se dieron 4.699 agresiones a ascendientes y hermanos que comienzan «a partir de los 11, 12 o 13 años cuando ya tienen fuerza para defenderse». Esta violencia filioparental, viene potenciada, según ha expuesto «por factores externos al hogar: consumo de tóxicos, alcohol o la reacción ante la imposición de normas y horarios», y es que las edades a las que se consume alcohol «están bajando a un ritmo vertiginoso».

En relación también con la violencia, detectan «patrones de cortes machistas en los institutos, si el niño descubre el poder que tiene tenemos niñas con depresión diciendo me quiero suicidar, nos llama el centro educativo y la madre nos dice vengo a contaros que esto es porque tiene un chico que a través de las pantallas la tiene reventada«. Para evitar esto hay que establecer límites o control de horario «pero no castigos». «No se pueden prohibir las pantallas, es imposible porque se las van a ingeniar», ha expuesto Alcántara, que ha explicado que si un padre retira el teléfono a sus hijos «en los centros educativos está mi amigo o mi amiga me lo deja».

Alcántara ha hecho referencia también a la vergüenza y el temor que tienen los menores para contar algún hecho en el que ha participado. Para ello, ha expuesto algunos ejemplos que mantendrían su anonimato para que se sientan más tranquilos como un buzón que han instalado en el IES Galileo Galilei «para contar actuaciones que tengan que ver con violencia de género que observen en el centro». Entre otras soluciones propone «empoderar a las chicas» y «empoderar a los chicos para que sepan decir que no, no hay que ir todo el rato diciendo lo macho que soy».

Sexting y grooming

El sexting es el envío de fotografías o vídeos con connotaciones sexuales a otra persona. En este tema la Policía se ha encontrado «casos inexplicables» como el de una niña de 11 años que mandaba un vídeo, ha expuesto Alcántara. «Pensamos aquí está fallando algo no puede ser, pues sí puede ser.»

Debido al alto grado de interacción que tienen también los menores con otras personas que no conocen -ni de las que conocen su ubicación- se produce el grooming. Esto es sinónimo de pederastia que se da especialmente, según ha detallado el Policía en las chicas que «son un objeto más preciado». «Tenemos chicas más aventuraras, incrédulas y desinhibidas porque el pederasta se convierte en un experto y sabe qué decir a cada uno para captarlo», ha expuesto. Alcántara ha manifestado que los padres tienen que saber que su hijo es «el que diga contigo no hablo».

Por último Alcántara ha explicado que las funciones del agente tutor, policía local/municipal con formación especializada en cooperar en la resolución de conflictos privados y en el entorno escolar son la protección, el auxilio, la ayuda para tratar de remediar el absentismo y las charlas de sensibilización relacionadas con el ciber acoso.

«Un chico ha cruzado el patio del instituto tocando el culo a las chicas»

Por su parte, José Antonio Casas, psicólogo, miembro del Laboratorio de Estudios de la Convivencia y Prevención de la Violencia y profesor del Departamento de Psicología de la Universidad de Córdoba, ha tratado la influencia de los influencers en los hijos. Con su ponencia Las redes sociales: un nuevo contexto de desarrollo Casas ha explicado cómo se llegan a ver los mismos retos que los personajes públicos muestran en sus redes en los centros educativos. «Se ha dado el caso de un chico que ha cruzado el patio del instituto tocando todos los culos de las chicas del instituto», algo que viene de que «su youtuber de referencia había hecho lo mismo en Gran Vía». «Los referentes de los niños ya no son las familias ni los grupos de iguales, son los youtubers, instagramers o tiktokers«.

Otro ejemplo que ha expuesto ha sido el del youtuber Dalas Review que hizo un video diciendo «que ha decidido no tener hijos porque cuando las mujeres tienen hijos se les caen las tetas», a su lado la chica que era su pareja «asintiendo y asumiendo que lo que está diciendo es lo más adecuado».

En tercero y cuarto de primaria, el 85% de 6.000 alumnos de los centros de Andalucía han contestado «que quieren ser gamers, tiktokers, instagramers o youtubers», así lo ha señalado Casas. Niños de 12 o 13 años son streamers, es decir, «emiten su vida en directo y tienen un canal de youtube, el 60% de nuestro alumnado de secundaria ya tiene canal de Twich».

Otro problema son los challenges, «suben un reto 24 horas jugando al Fortnite y nosotros tenemos los alumnos walking dead que se tiran hasta las 7:00 – 8:00 de la mañana jugando, se toma un redbull y se meten al instituto», ha explicado. Además, ha señalado que tienen sus estrategias para que los padres no se enteren como poner una toalla en la puerta para que no se vea la luz.

Pornografía y modas peligrosas en redes

Por último, Casas ha contado cómo los niños con 10 u 11 años se inician en actividades sexuales teniendo la pornografía como ejemplo algo que ha hecho que los pediatras, «que atienden hasta los 16 años, te digan que la visita de chicas con desgarres vaginales y anales ha aumentado en un 25%».

Además, a través de las redes se crean modas que pueden llegar a ser peligrosas. «Se ha puesto de moda autolesionarse y subirlo a tu perfil de Instagram», esto es una llamada de atención. «Lo que ganan es que durante 3 días han sido los protagonistas del grupo de amigos, de la conversación y del centro pero los padres no se han enterado».

Absentismo, abandono escolar

Otro tema que se ha tratado en la mesa redonda ha sido el incremento de la tasa de abandono educativo temprano ya que en 2020 se situaba en el 16%. Este es un reflejo de la adicción a las pantallas.

El bullying o acoso escolar tiene también efectos negativos en la salud física, en el bienestar emocional y en el rendimiento académico de los niños, «especialmente si dicha violencia se repite en el tiempo o es severa». Alcántara ha animado a prestar «especial atención a las señales» y ha señalado que «los padres conocemos a los hijos como hijo pero no como compañeros y amigos».

Como claves para entender los riesgos se han expuesto que la información que aparece sobre una persona puede ser utilizada de forma mal intencionada; que la difusión es rápida y de alcance ilimitado; que los ataques pueden ser anónimos; que no existe el control real sobre la información personal; o un excesivo uso que puede generar dependencia y es sencillo suplantar la identidad de personas. Todo esto, ha indicado Casas, «acaba en ciberbullying».

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