En España hay entre 140.000 y 170.000 personas con infección por el VIH, de las que un 18 por ciento no están aún diagnosticadas y, de hecho, solo en 2017 se notificaron 3.381 nuevos diagnósticos, lo que supone unas siete personas portadoras de la enfermedad por cada 100.000 habitantes.
Unas cifras que se espera que aumenten en los próximos años, por lo que, con motivo de la celebración, el próximo 1 de diciembre, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y el Grupo de Estudio del SIDA (GESIDA), han elaborado el ‘Decálogo de recomendaciones para la detección precoz de la infección por VIH’.
- Se debe fomentar la realización de la prueba del VIH para promover el diagnóstico precoz y disminuir el número de personas no diagnosticadas.
- Aunque existen pruebas rápidas y de autotest, el diagnóstico definitivo sólo se establece en laboratorios especializados.
- La prueba debe ser voluntaria, confidencial, con el consentimiento informado de la persona a la que se le realiza, y accesible a toda la población.
- Se puede solicitar en la consulta de cualquier médico. También se realiza en algunas farmacias y en ONGs.
- La prueba es obligatoria en algunos casos como en donaciones de sangre o de órganos, personas que vayan en entrar en un programa de técnicas de reproducción humana asistida, y obtención y recepción de semen.
- La prueba se debe ofrecer siempre a mujeres embarazadas, personas internas en instituciones penitenciarias, y en toda persona entre 20 y 59 años sexualmente activa.
- Es recomendable la realización de la prueba en personas que puedan haberse expuesto al VIH por contacto con ciertos líquidos corporales de una persona infectada (sangre, semen y líquido preseminal, secreciones vaginales y rectales, y leche materna), y a aquellas personas que presentan signos y/o síntomas de infecciones y tumores que se asocian típicamente al VIH.
- Un resultado negativo no excluye una infección reciente (en las últimas dos semanas a tres meses dependiendo de la prueba), por lo que si ha habido una exposición de riesgo en ese periodo es necesario repetir la prueba de VIH a las 2-4 semanas y al cabo de tres meses.
- Si el resultado de la prueba es positivo es necesario confirmarla, en cuyo caso habrá que realizar análisis complementarios para determinar el estadio de la infección por VIH e iniciar el tratamiento antirretroviral.
- Si se confirma la infección por VIH, el tratamiento antirretroviral debe iniciarse de manera precoz pues consigue mantener el virus indetectable, aumenta las defensas, mejora la calidad de vida y prácticamente impide la posibilidad de transmisión de la infección a otras personas.