Un estudio presentado recientemente en la revista científica especializada Science describe a la nueva variante como más virulenta.
Hace unas semanas, un artículo de la revista especializada Science describió la aparición de una nueva variante «altamente virulenta» del VIH.
Se estima que la variante «VB» (variante virulenta del tipo B) surgió en Países Bajos en los 90’s, pero recién ahora fue mapeada y descrita en individuos: se confirmó su presencia en 109 individuos de Países Bajos, Suiza y Bélgica.
Esta variante tiene cambios genómicos que lleva a afecta a casi 300 aminoácidos por lo que tiende a ser más transmisible y disminuye las células T CD4+ (células de la inmunidad) más rápidamente, lo que hace que los individuos con esta variante tengan más carga viral (de 3,5 a 5,5 veces mayor) en sangre y los hace más vulnerables a padecer SIDA en menor tiempo post infección (2 a 3 años), a diferencia de otras variantes.
Algo que demostró la pandemia de COVID-19, es que mientras más tiempo pase un virus circulando en la población, más chances de mutar tiene, y desde la aparición de los primeros casos de la epidemia de VIH ya tenemos varias décadas sin que se encuentre una cura.
La terapia antirretroviral (TAR) aún sigue siendo efectiva para el tratamiento de pacientes con esta variante, y mejora su pronóstico, aunque la constante mutación del virus puede llevar a que aparezca una nueva variante resistente al tratamiento, con alta transmisibilidad y virulencia.
Tras 40 años sigue pendiente la exigencia que realizan las organizaciones en todo el mundo de una cura ya. Mientras los grandes laboratorios siguen lucrando con la salud y amasando fortunas (como demuestra la pandemia actual), y los Estados y gobiernos constantemente desfinancian la salud.
En el mundo, hasta 2020, se estimaba que 37,7 millones de personas vivían con el VIH, produciéndose ese año 1,5 millones de nuevas infecciones, aunque sólo el 73% de esas personas tenían acceso al tratamiento (TAR). Ese año, unas 680.000 personas murieron por problemas de salud relacionados con el SIDA (frente a 1,9 millones en 2004 y 1,3 millones en 2010).
En nuestro país, se registran alrededor de 6.500 casos nuevos de VIH por año, y es una tendencia que se mantiene en los últimos diez años, y se estima que 136 mil personas tienen el virus, aunque el 17% de ellas lo desconoce. Sumado al ajuste presupuestario que viene hace varios años (este año, el presupuesto preveía un recorte del 20,8%), la todavía inconclusa aplicación de la Educación Sexual Integral en las escuelas y que aún está pendiente la exigencia del activismo de la sanción de una nueva ley de VIH, hepatitis, ITS y tuberculosis que perdió estado parlamentario el año pasado por tercera vez y que el gobierno anunció se trataría en sesiones extraordinarias pero eso aún no sucedió, se presenta cada vez más como urgente y necesaria la búsqueda de una cura que permita garantizar el bienestar y una mejor vida a la población.