Hablar de una adicción a los videojuegos hace 40 o 50 años era un despropósito. Sin embargo, hoy, por el avance de la tecnología, tenemos acceso a distintos videojuegos mediante varias herramientas, como celulares, computadoras y consolas. Además, los tenemos a disposición a todas horas y en todo lugar.
Como consecuencia, la adicción a los videojuegos se está volviendo una amenaza cada vez más real; de hecho, desde el primero de enero la Organización Mundial de la Salud (OMS) incorporó la adicción a los videojuegos a la lista de trastornos adictivos en la nueva edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11)
“El patrón de comportamiento de juego da como resultado una angustia o un deterioro significativos en las áreas de funcionamiento personal, familiar, social, educativo, ocupacional u otras áreas importantes”, advierte la CIE-11.
La industria de los videojuegos cada vez ha tomado más relevancia a nivel mundial y su crecimiento ha sido exponencial en los últimos años. Según Newzoo, proveedor líder mundial de análisis de juegos, esta industria generó más de 180 millones de dólares en el mundo durante el 2021. Además, compartió sus expectativas para el 2024: los videojuegos generarían más de 218 millones de dólares. Asimismo, la pandemia impulsó el uso de este tipo de entretenimiento: del 2019 al 2020 esta industria creció económicamente un 20 por ciento más.
Sin embargo, pasar mucho tiempo jugando videojuegos puede llegar a ser perjudicial, de acuerdo con el doctor Jordi Sasot Llevadot, jefe de la unidad de psiquiatría del Centro Médico Teknon en España. Entre los múltiples riesgos de la adicción a los videojuegos, el doctor Sasot resalta: estado de nerviosismo y ansiedad constante, aislamiento y desconexión del entorno, irritabilidad, sedentarismo, entre otros.
Como parte del creciente número de gamers, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el 2019 hizo oficial la adicción a los videojuegos como un trastorno mental, por lo que varios países han tenido que preparar tratamientos y sistemas de apoyo para tratar esta adicción.
De hecho, ahora existen varias clínicas y centros de desintoxicación que tratan la adicción a los videojuegos alrededor del mundo. Una de ellas es Yes We Can, en Estados Unidos. Esta clínica trata la adicción a los videojuegos como si se tratara de una adicción a las drogas, alcohol o juegos de azar. “Un joven adicto a las drogas no suele hacer otra cosa que consumir drogas o pensar en ellas. Para las personas con adicción a los videojuegos, el proceso no es muy diferente. Todo el día están ocupados con videojuegos o pensando en ellos. Vemos jóvenes con adicción al juego que estuvieron jugando de forma consecutiva de ocho a 15 horas diarias y llegan a la clínica totalmente descuidados por sí mismos”, afirma la clínica en su web.
A su vez, la directora de la Fundación Libérate, un centro especializado en prevención y tratamiento de adicciones en Bogotá, Martha Suescún, afirma que “con la pandemia los niños y adolescentes han desarrollado una compulsión impresionante por los videojuegos, y el riesgo de que esto se convierta en una adicción es muy alto”.
Suescún, psicóloga especialista en prevención y tratamiento de conductas adictivas, habló con EL TIEMPO sobre la creciente adicción a los videojuegos.
¿Cuáles son los síntomas que puede presentar una persona adicta a los videojuegos?
El DSM-5 (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría) tiene establecidos algunos criterios que definen cuando una persona es adicta a las sustancias psicoactivas o al alcohol, por ejemplo. Sin embargo, esos mismos criterios se aplican para la adicción o la dependencia a los videojuegos, como la aparición del síndrome llamado tolerancia, que es la necesidad de jugar cada vez más tiempo o de comprar más videojuegos para sentir el placer que sentía al comienzo de jugar. Otro es el síndrome de abstinencia, y es que cuando se retira el videojuego, las personas adictas presentan malestar emocional, irritabilidad, ansiedad y la única forma de aliviar todos estos síntomas es volviendo a jugar. A su vez, la persona presenta interferencia con otras actividades, es decir, pérdidas de sueño, las pautas alimenticias son inapropiadas, tiene problemas con las relaciones familiares, deja de prestar tiempo a sus actividades académicas o laborales y/o prefiere quedarse jugando y no compartiendo.
Son incapaces de parar…
Los adictos tienen un convencimiento de la necesidad de jugar menos, pero son incapaces de hacerlo, dicen cosas como ‘cuando yo quiero dejar de jugar, lo dejo’ o ‘cuando yo quiero parar, lo paro’, pero en realidad no pueden hacerlo. Por otra parte, la persona adicta presenta una compulsión o un empleo excesivo de tiempo en los videojuegos, obsesionándose por estos. Entonces empiezan a buscar por internet información sobre el juego, qué nuevas funciones o actualizaciones hay, invierten una gran suma de dinero dentro de los videojuegos y demás. La dependencia a los videojuegos está catalogada dentro de las adicciones no tóxicas.
¿Las personas que usan videojuegos todos los días pueden ser consideradas adictas?
Es importante diferenciar el uso, abuso y adicción. El primero es cuando una persona juega ocasionalmente, o incluso diariamente, pero ni sus comportamientos ni sus conductas se ven alterados por los videojuegos. El segundo es cuando el videojuego interfiere en las actividades cotidianas de la persona que juega, además lo hace en lugares o momentos en los que no debería hacerlo y es consciente de que le causa problemas. Finalmente, la adicción es cuando se presenta uno o varios de los criterios anteriormente expuestos. Hay que resaltar que del abuso a la adicción hay una línea muy delgada; pero no todos desarrollan la adicción, depende de la vulnerabilidad de la persona y de que tenga factores predisponentes para desarrollarla.
¿Solo los niños y los adolescentes desarrollan este tipo de adicción a los videojuegos?
El riesgo a desarrollar una adicción a los videojuegos es más alto en niños y adolescentes. Pero la dependencia puede también presentarse en adultos.
Pero, los videojuegos no solo representan desventajas…
Dentro de las posibles ventajas de los videojuegos están que, efectivamente, favorecen la concentración, algunas habilidades cognitivas y el procesamiento de la información y atención; permiten el desarrollo de la coordinación óculo-manual; benefician la autoestima, la sensación de dominio, de control.
¿Pueden aislar a la persona?
Los videojuegos también reducen la probabilidad de tener otras conductas problemáticas, favorecen en algunos casos la socialización y mitigan el estrés, entre otras. Pero también existen muchas desventajas. Si la persona está abusando o dependiendo de los videojuegos, ya no puede realizar otras actividades que son igualmente importantes, inhibe algunas conductas sociales y tienden a aislarse.
Hay muchos beneficios e inconvenientes de jugar, pero el problema no es el videojuego en sí mismo, sino las características de la personalidad de quien juega. Puede que la persona tenga alguna predisposición o vulnerabilidad que se convierta en desventaja, lo que terminará posibilitando y favoreciendo el desarrollo de la adicción a los videojuegos.
¿Qué características pueden posibilitar el desarrollo de la adicción a los videojuegos?
Existen varias características de la personalidad que pueden alertar el desarrollo de adicción a los videojuegos: tener antecedentes familiares de algún tipo de adicción, presentar un trastorno mixto de ansiedad o depresión; dificultad para tomar decisiones, solucionar problemas o controlar impulsos; tener gusto por las sensaciones extremas, experimentar problemas para poner límites o tener autocontrol, entre otras.
Es importante que la persona identifique si tiene alguna de las características para evitar desarrollar una adicción por los videojuegos. No obstante, es posible que una persona que no presente ninguna de las características anteriormente mencionadas desarrolle una adicción por los videojuegos.
¿Cómo prevenir la adicción a los videojuegos?
Hay que concientizar a los chicos, pero la realidad es que no es fácil hacerlo. Ellos no le ven problema al problema. Es más fácil concientizar a los padres de familia. Son ellos quienes deben limitar el tiempo que sus hijos dedican a los videojuegos y deben establecer unos horarios. A su vez, los videojuegos se están convirtiendo en una manera de evitar o evadir las emociones. Por ejemplo, he visto que en reuniones familiares los niños a veces se ponen inquietos, y los padres, con el propósito de que se calmen, les ponen un juego en el celular o en la tablet, lo cual no es correcto porque los niños deben aprender a vivir sus emociones. Si los niños se ponen bravos, los padres deben hacerles entender que es su autoridad, haciéndolo a través de la comunicación y del diálogo. Además, los padres deben tener control sobre el tipo de videojuego que están utilizando sus hijos.
¿Cómo?
Los padres deben concientizar sobre el tiempo con otras actividades, deben buscar actividades paralelas y no deben permitir que el videojuego interfiera con actividades básicas.
Los padres deben concientizar sobre el tiempo con otras actividades, deben buscar actividades paralelas y no deben permitir que el videojuego interfiera con actividades básicas. La idea es que los padres hagan conciencia y se la trasmitan a sus hijos. La adicción a los videojuegos es una enfermedad mental que es progresiva en el tiempo. Una persona no se vuelve adicta de la noche a la mañana. Se empieza con todo un proceso, pero los papás deben estar pendientes de qué forma los videojuegos están impactando en la vida de su hijos, para que no desarrollen una adicción y dependencia a estos.
¿Y si esa persona es un adulto?
Normalmente los adictos no buscan ayuda por sí mismos. Suele ser algún familiar o amigo que busca ayuda por ellos. Entonces el llamado es a que si alguien cercano ve que una persona está teniendo dificultades para controlarse, es el momento de ayudarlo para que identifique su problema y pida ayuda. De igual forma, hay que hacerle un seguimiento porque es muy común que la persona diga ‘yo puedo parar’, pero a la hora de hacerlo se le dificulta y no puede detenerse.
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¿Cuándo una persona debe buscar ayuda?
El problema, en realidad, es que la persona identifique cuál es la función del videojuego en su vida. El primer paso es que la persona reconozca que tiene dificultades en parar el juego y que dedica mucho tiempo a este, o que está descuidando sus actividades por estar jugando. Si eso ocurre, hay que buscar ayuda porque esta persona está utilizando el videojuego para aliviar algún malestar emocional.