Vecinos de Madrid se echan a la calle hartos de que ni el Gobierno regional ni el Ayuntamiento hagan nada por controlar un negocio que está propagando la ludopatía entre los jóvenes
Asociaciones de padres de alumnos de Madrid, colectivos solidarios y plataformas vecinales volvieron a salir a la calle el viernes para denunciar la impunidad con la que actúan las casas de apuestas, una auténtica plaga que amenaza con convertir en ludópatas a miles de adolescentes en nuestro país. El asunto se ha convertido en un auténtico problema de salud pública y, sin embargo, ni las autoridades del Gobierno regional ni el ayuntamiento madrileño han hecho nada hasta la fecha por controlar la actividad de estos establecimientos lúdicos.
Los padres de los jóvenes, hartos ya de la desidia política, han denunciado que se pusieron en contacto con la Comunidad de Madrid y el Consistorio Municipal para exigir a los políticos que pongan medidas y prohíban la apertura de casas de juego cerca de los colegios o institutos de bachillerato. Sin embargo, lo único que han recibido hasta el momento es el silencio por respuesta.
La pandemia de ludopatía que están provocando tanto las casas de apuestas como las páginas online es ya un problema tan grave como el que puede suponer la adicción a la droga, al alcohol o al tabaco. Cada vez son más los padres de chicos que llegan a las consultas de los psicólogos pidiendo ayuda y los informes de Sanidad alertan año tras año.
De momento, nada se sabe de aquel borrador de proyecto de ley que se preparó durante el Gobierno de Mariano Rajoy, en cuya redacción se aseguraba que se “iban a tomar en cuenta las indicaciones de la patronal del sector del juego”. Las elecciones generales y municipales han paralizado el texto legal, pero el problema sigue estando ahí.
En los últimos cuatro años, las casas de apuestas han crecido como una plaga en la Comunidad de Madrid. Los salones de juego han pasado de 257 locales a 385. Un auge que azota con especial fuerza al madrileño distrito de Carabanchel que, con 73 establecimientos distribuidos por sus calles, le sitúa en el puesto número uno del ranking de barrios con más establecimientos de juegos de azar. Sin duda, el problema va a más y los vecinos están cada día más hartos.
“Las casas de apuestas están fatal, pero mucho peor el juego on line, que no deja de publicitarse en televisión para jóvenes y personas mayores. Hay un gran problema con la ludopatía que no se reconoce de momento”, asegura Alicia Fernández en la cuenta de Facebook del Colectivo NoViolencia, una de las plataformas organizadoras de la protesta del pasado viernes en Carabanchel. “Hay que decir basta ya”, insiste Pilarín Rivero, otra de las vecinas que se muestran en contra de este tipo de negocios.
“El auge de las casas de apuestas parece imparable. Cada vez son más los casos de ludópatas. Incluso a los menores, que por ley no pueden entrar en este tipo de establecimientos, se les incita a participar”, asegura el Colectivo Noviolencia.
Al menos diez organizaciones vecinales del barrio se han sumado a la manifestación bajo el lema “Apostar no es un juego” y han exigido “medidas urgentes para frenar la ludopatía”, un problema que, aseguran, “afecta especialmente a los barrios más desfavorecidos”. Un juego que es un negocio para unos pocos, pero que supone la ruina para muchos. “En España, esos pocos se embolsaron cerca de 10.000 millones de euros de beneficio el pasado año, de los cuales 4.500 millones provenían de locales de juego y tragaperras”, denuncian los organizadores en un reportaje recogido por el diario Público. “Pedimos a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento que tomen las medidas necesarias para detener esta proliferación, limitando la apertura de este tipo de locales y alejándolos de sitios vulnerables como colegios e institutos. Tenemos que hacer algo antes de que sea tarde”, añade desde el AMPA del CEIP Miguel Servet.