Concepto de patología dual
El concepto de patología dual consiste en la coexistencia en un mismo individuo de una enfermedad mental y un trastorno adictivo. Los pacientes con patología dual suelen presentar una mayor gravedad en su condición y un peor pronóstico, ya que ambas patologías se interrelacionan y se refuerzan entre sí, causando efectos los síntomas de una en las manifestaciones de la otra. Por ello, los afectados sufren un mayor número de consecuencias en su calidad de vida y en su salud.
Tradicionalmente ambos diagnósticos solían tratarse por separado, incluso en algunos protocolos se excluía del tratamiento de adicciones a las personas con enfermedad mental. A mediados de los años 80 se empezó a buscar la integración de ambos tratamientos, debido a que en esa década empezaron a aparecer numerosos pacientes que demandaban tratamiento para ambos trastornos. Hoy se conoce que el tratamiento debe ser interdisciplinar e integral para mejorar su eficacia y el pronóstico de la persona afectada.
Consecuencias de la patología dual
Las personas afectadas por una patología dual suelen presentar una mayor gravedad que los individuos que solo sufren una de las dos dolencias, tanto en el aspecto clínico como en el social.
Los individuos afectados tienden a utilizar las sustancias para aliviar el sufrimiento que causa la enfermedad mental, viéndose así atrapados en un bucle. La combinación de la enfermedad mental y la adicción puede llevarles a la pérdida del empleo, a la pérdida de amistades e incluso de vínculos familiares por el rechazo de los demás, también puede causar malestar emocional, aumento de las conductas agresivas, problemas para mantener hábitos de vida ordenados y una estructura organizada de su día a día, y finalmente, puede llevar a situaciones de marginación y exclusión social e incluso de muerte prematura por sobredosis o suicidio.
Factores de riesgo para desarrollar una patología dual
Existen diferentes relaciones causa-efecto entre los dos trastornos asociados.
Cuando la enfermedad mental es anterior a la adicción: En este caso, muchas personas con un trastorno mental buscan aliviar el malestar consumiendo sustancias (el cannabis les relaja, o el alcohol les ayuda a olvidar…). En este caso, el trastorno mental es un factor de riesgo para el desarrollo de la adicción y su transformación progresiva en una patología dual.
Cuando la adicción es anterior a la enfermedad mental: Algunas sustancias adictivas pueden favorecer el desarrollo de psicopatologías. Es conocido el caso del cannabis, que en individuos predispuestos puede causar brotes psicóticos e incluso llegar a un diagnóstico de trastorno psicótico inducido por sustancias que, en ocasiones, deriva en un diagnóstico de esquizofrenia. En este caso, el consumo de sustancias actúa como un factor de riesgo para el desarrollo de un trastorno mental.
Factores de riesgo comunes: Existen otros factores de riesgo comunes a ambas situaciones: factores individuales (vulnerabilidad genética, factores biológicos y psicológicos, dificultad de afrontamiento de situaciones estresantes, problemas para el manejo de las emociones), factores familiares (conflicto familiar, familia disfuncional, antecedentes familiares de trastorno mental y/o consumo de sustancias), y factores sociales (grupo de amigos que consumen sustancias, presión social por encajar, o haber sufrido rechazo por sus iguales).
Es importante recordar que según la Sociedad Española de Patología Dual, “la adicción es un trastorno mental y no un acto voluntario y vicioso”. Se trata de un trastorno no elegido por la persona que lo padece. El afectado padece un problema de salud. No es un vicioso ni un delincuente.
La intervención social con la patología dual desde el Trabajo Social
El Trabajo Social es una disciplina científica y una profesión basada en la práctica, que tiene un amplio ámbito de desarrollo también en el contexto sanitario. El Trabajo Social clínico participa hoy en día, junto con otros profesionales, en equipos interdisciplinares para tratar diversas patologías, entre ellas los trastornos de salud mental, las adicciones, y también la patología dual.
El tratamiento de la patología dual ha de ser integral e interdisciplinar, para poder abordar todas las necesidades de la persona afectada, de forma global. Por ello, se necesita la atención de un psiquiatra, un psicólogo, un trabajador social, un terapeuta ocupacional, técnicos de laboratorio para realizar pruebas periódicas, personal de enfermería y otros profesionales, para conformar un equipo cohesionado e integrado.
El/la trabajador/a social aportará la dimensión social en todas las etapas de la intervención: desde la primera acogida y la valoración interdisciplinar, hasta la evaluación multidimensional, pasando por el desarrollo de la intervención y hasta los últimos pasos de seguimiento post alta y prevención de recaídas.
El/la trabajador/a social puede detectar los factores sociales que están influyendo en el desarrollo de la patología dual, intervenir para mejorar o modificar algunos o todos los factores sociales, realizar un seguimiento de esa evolución y mejora de la situación social, familiar, educativa, laboral, de alojamiento y económica, y aportar al equipo interdisciplinar esa dimensión social en el marco de la acción terapéutica. También puede detectar si los problemas de salud mental o adicciones están provocando consecuencias sociales e intervenir para minimizarlas o paliarlas en la medida de lo posible.
Es fundamental que el tratamiento sea siempre interdisciplinar e integral, y evitar la situación de “puertas giratorias” que se ha denunciado desde diversas asociaciones de pacientes, que se ven con frecuencia obligados a pasar de un recurso a otro, de un centro sanitario a un dispositivo de atención social, sin que exista suficiente coordinación entre ambos.
Algunos recursos para la intervención con personas con patología dual
En Madrid, el Plan de Adicciones de la Ciudad de Madrid 2022–2026 recoge la existencia de un programa específico para el tratamiento de la Patología dual.
En los Centros de Atención a las Adicciones (CAD) se ofrece un tratamiento integral e interdisciplinar de esta patología, existiendo además programas específicos para adolescentes y jóvenes y recursos de apoyo al tratamiento y a la reinserción (comunidades terapéuticas, pisos de apoyo al tratamiento, pisos de apoyo a la reinserción, unidades de desintoxicación con ingreso hospitalario, centros de día y otros recursos).
La Comunidad de Madrid cuenta con los Centros de Atención Integral a Drogodependientes (CAID), que también ofrecen una atención integral a ls personas con adicciones.
Algunas entidades especializadas cuentan también con recursos específicos para el tratamiento de la Patología Dual, como la comunidad terapéutica de Patología Dual de Proyecto Hombre, o los recursos de la Asociación Dual (centros de atención diurna, centros residenciales y programas de empleo e integración social).
Artículo Publicado por Carmen Alemany Panadero.