El 45% de las demandas de asistencia se debe a psicoactivos y, de éstas, el 48% a la cocaína | La petición de ayuda de menores de edad crece un 18% y el año pasado eran atendidos 357
Un total de 7.616 cordobeses recibían tratamiento para abandonar sus adicciones durante el año pasado y, de estos, 2.268, lo que representa el 30%, fueron nuevos pacientes, de acuerdo con el balance de la unidad de Adicciones del Instituto Provincial de Bienestar Social (IPBS). Este organismo atiende a pacientes y familias que tienen un problema de consumo de drogas o conductas adictivas sin sustancias en los 37 centros de salud del Servicio Andaluz de Salud que operan en Córdoba, en la prisión y en las unidades de agudos de los hospitales Reina Sofía e Infanta Margarita.
La memoria asistencial del año 2021 revela que la cifra de pacientes admitidos a tratamiento apenas se redujo en nueve personas respecto al 2020. El 22% de las demandas de asistencia del año pasado (2.268 en total, como se ha referido) correspondieron a mujeres y el resto, a hombres, lo que sitúa a Córdoba cuatro puntos por encima de la media andaluza en la atención a la población femenina, según ha informado el IPBS. En cuanto a los problemas que generaron estas solicitudes, la mayor parte, casi un 45%, fueron motivadas por las sustancias psicoactivas. Dentro de éstas, el 48% de las peticiones de ayuda llegaron por consumo de cocaína; el de cannabis dio lugar a un 25%; el de heroína y rebujado, a un 17%; los hipnosedantes, a un 4%, y otros opiáceos, a un 3%.
Asimismo, la adicción al alcohol ha dado lugar al 36% de las demandas; el tabaco ha provocado un 15% y el juego patológico, un 3%. Acerca del perfil de los pacientes, desde el IPBS subrayan que las mujeres son mayoría en «los cuadros de adicción a tabaco e hipnosedantes», mientras que en el resto acuden a pedir ayuda, principalmente, hombres. A los nuevos casos incorporados hay que sumar las personas que ya estaban siendo tratadas antes del 2021 y que se mantuvieron el año pasado, lo que eleva los atendidos a 7.616 pacientes, como se ha referido. De estos, un 80% son hombres y un 20%, mujeres, y ambos sexos sumaron 30.847 citas.
En el marco de esta cifra general de cordobeses en tratamiento, sobresalen 357 menores de edad, un 21% de ellos, chicas, y el resto, chicos. Desde el IPBS subrayan que, en este grupo, el año pasado fueron admitidos 100 pacientes nuevos, lo que supuso un aumento anual del 18%.
El 65% de las demandas de atención realizadas por menores de edad se debieron a problemas relacionados con el consumo de cannabis, mientras que la adicción al teléfono móvil motivó un 9%; a los videojuegos, un 8%; a internet, un 6%; el juego patológico dio lugar al 5% de las peticiones de ayuda y la cocaína, el tabaco y el alcohol, a un 2% cada una. En casi todos los casos, la mayoría de los pacientes son hombres, excepto en las adicciones al alcohol, que son más frecuentes entre las mujeres. En este sentido, Francisco Ángel Sánchez, delegado de Presidencia del IPBS, explica que las menores de edad «quizá están copiando hábitos de los varones» y recuerda que el consumo de alcohol y tabaco es una vía para la llegada a otras drogas en algunas ocasiones.
Preguntado por la posibilidad de que la pandemia de coronavirus haya incidido en el aumento de la demanda de ayuda por parte de los menores de edad, señala que «puede estar relacionado, pero no de forma exclusiva, porque ya antes de la pandemia había una tendencia de aumento».
El delegado valora que «estar integrados en los centros de salud da facilidad de acceso al recurso» y destaca que con ello, además, «no se estigmatiza a las personas que tienen este problema». Así, apunta que se está estudiando la posibilidad de trasladar este modelo a otras provincias.
En cuanto a la aparición de adicciones a edades cada vez más tempranas, Francisco Ángel Sánchez comenta que el IPBS colabora con asociaciones que trabajan en este ámbito «y, nos lo cuentan también, las adicciones cada vez se dan en menores de menos edad, incluso niños de 8 y 9 años, a móviles, internet o juegos on line» manifiesta. En este sentido, en referencia a la labor de prevención y sensibilización, subraya que «antes se iba a institutos y ahora también se trabaja con alumnos de 5º y 6º curso en los colegios».
La mayoría de las personas tienen un seguimiento ambulatorio
El Instituto Provincial de Bienestar Social informa de que la mayoría de los pacientes atendidos por su unidad de Adicciones siguen un programa de tratamiento ambulatorio de desintoxicación y de deshabituación, aunque algunos puedan ser derivados a recursos de internamiento. Así, detalla que el año pasado derivaron a 189 personas a comunidad terapéutica. Entre otros datos, hay que destacar que 20 pacientes fueron derivados a las unidades de desintoxicación hospitalaria; otros 12, a viviendas de apoyo a la reinserción; ocho, a viviendas de apoyo al tratamiento y dos, a viviendas de apoyo a enfermos de sida. Durante el ejercicio 2021, además, 1.055 pacientes fueron tratados con metadona. Un total de 1.217 personas participaron en las 75 actividades de prevención realizadas.