- Las ventas de destilados, vino y cerveza subieron hasta un 112% en el confinamiento
- La Coordinadora Alternativas pide que la crisis post-covid no se traduzca en nuevos recortes a las entidades sociales
Las semanas de confinamiento por la pandemia del coronavirus han dejado su huella a todos los niveles. También en un importante aumento del consumo de alcohol y ansiolíticos en los hogares hasta el punto de generar adicciones en perfiles vulnerables.
Buena parte de las ventas de cerveza, vinos y destilados que se efectuaban a través de la hostelería se trasladaron durante las semanas del cierre de los negocios al salón de casa y a cualquier hora dando pie a un confinamiento regado por el alcohol.
Así lo explica Francisco Mena, presidente de la Coordinadora de lucha contra las drogas Alternativas ante la celebración, este viernes 25 de junio, del Día Mundial sin Drogas. «Ha sido lo que más se ha notado. Un fuerte aumento de consumo de alcohol y ansiolíticos como la benzodiacepina. El alcohol, especialmente entre los hombres de nivel social medio y los medicamentos, en las mujeres», detalla Mena.
Los datos de ventas aportados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sustentan este hecho: durante la semana 17 del año (la que abarca del 20 al 27 de abril) las ventas de alcohol subieron un 112% respecto a la misma semana de 2019. Ha sido el punto más alto, si bien durante las semanas del estado de alarma el repunte ha ido entre el 21,2% de la primera semana del confinamiento hasta alcanzar en varias ocasiones más de un 70%.
Y todo ello aderezado por sustancias estupefacientes en el caso de los consumidores habituales de hachís, cocaína o heroína. «Ha supuesto un problema complejo. Porque ha seguido funcionando el servicio de telecoca para quien se lo ha podido pagar. Pero en otros casos, las personas adictas han salido a la calle a buscar la droga mientras que los consumidores ocasionales han moderado su consumo», valora Mena.
Ello se refleja en que los precios de la droga se han mantenido estables. «Al no haber un repunte en el consumo, pese a que había menos oferta, los precios se han mantenido», constata el presidente de Alternativas.
Efecto en los tratamientos
El parón forzoso de muchas actividades ha afectado igualmente a los tratamientos para personas drogodependientes. Los Centros de Tratamiento Ambulatorio (CTA) en los que se reparte metadona han seguido operando y también habilitaron fórmulas telemáticas para atender a sus usuarios.
El problema se ha localizado en las comunidades terapéuticas, de las que hay tres en el Campo de Gibraltar con un total de 100 plazas, aproximadamente, en Tarifa, Castellar y San Roque. «Tuvieron que permanecer cerradas sin poder recibir a nuevos usuarios por el riesgo de contagio y de convertirse en un foco. Sí han ido saliendo personas tras su tratamiento, generando ahora varias plazas que deben ocuparse cuanto antes con todas las garantías sanitarias tanto para los trabajadores como para el resto de usuarios», según Mena.
Así, Alternativas demanda que las nuevas entradas vayan acompañadas de pruebas de detección del coronavirus junto con las habituales de la tuberculosis, hepatitis y VIH.
La Unidad de Desintoxicación Hospitalaria del Hospital Punta de Europa de Algeciras, con seis plazas, también ha visto trastocada su actividad por la pandemia. El servicio se suprimió para ganar recursos para atender a los enfermos con covid-19. «Las otras dos unidades de Andalucía, las de Sevilla y Granada, ya han reabierto. Nos informan de que Algeciras lo hará en julio. Pero que volverá a cerrar en agosto y septiembre por vacaciones del personal. Hay una demanda de entre 40 y 50 personas pendientes del tratamiento para superar el síndrome de abstinencia y debe evitarse un nuevo parón», apostilla Mena.
La otra huella de la pandemia, la económica, preocupa especialmente a las asociaciones ante la continuidad de una financiación ya de por sí diezmada por la crisis de 2008. «Seguimos sin recuperar los niveles de financiación previos a la anterior crisis. Y aunque entendemos que hay que hacer un esfuerzo sanitario, atendemos una inversión social», destaca Mena. De hecho, la concentración del viernes se centrará en la necesidad de que se potencie esa financiación que lleva años en la cuneta.
La recesión de hace ahora doce años llevó a una bajada de la financiación del orden del 60%. «Solo habíamos logrado recuperar un 10%. No podemos caer en la misma situación de entonces, no puede haber nuevos recortes«, enfatiza el presidente de Alternativas.
Lucha contra el narcotráfico
Había orden de quedarse en casa, pero los datos evidencian que los «trabajadores» del narcotráfico han seguido activos. La Policía Nacional y la Guardia Civil han efectuado 25 operaciones desde la declaración del estado de alarma y el arranque del mes de junio.
«Los narcotraficantes han seguido a lo suyo. Han buscado fórmulas más discretas para abastecer al mercado», apunta Mena, en referencias a prácticas como el uso del gancho ciego (introducción de droga en un contenedor portuario de mercancías entre carga legal) para tratar de introducir hachís en España desde Marruecos en lugar de utilizar las planeadoras.
Ahora que los movimientos no están restringidos, Mena demanda que el Servicio de Vigilancia Aduanera, dependiente de la Agencia Tributaria, mantenga una regularidad en sus servicios de patrullaje marítimo. «Hemos constatado que salen menos a navegar. Le pedimos a Interior que potencie este papel, porque tienen buenos medios y suponen un refuerzo a la actividad de la Policía Nacional y la Guardia Civil», concluye el presidente de la coordinadora.